Pocos pescados hay tan maltratados como el besugo, pez acantopterigio, de cuerpo oblongo, dientes en carda y ojos claros y grandes -ojos de besugo, naturalmente- cuya boca dibuja una sonrisa incipiente entre estúpida y malhumorada. Y es que este soberbio pescado blanco, que aparece en nuestras costas entre los meses…